La moneda de papel surge por primera vez en la vida comercial de nuestros territorios a fines del año 1816 con la llegada de los invasores portugueses. El rechazo por parte de los habitantes de Montevideo fue total, negándose a aceptarlos como forma de pago.
Diez años más tarde el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata envía sus ejércitos libertadores y ordena la instalación en nuestro territorio de una Caja Subalterna del Banco Nacional de Buenos Aires con el fin de emitir papel moneda y pagar los servicios de la tropa.
Estos billetes también tendrán muy poca aceptación.