
El Banco Central del Uruguay exhibe, de manera rotativa, su colección de alcancías de bancos privados nacionales. Se cuenta que estas alcancías eran entregadas a niños y niñas como manera de fomentar el ahorro, conservándose la llave en poder del propio banco.
Los diseños son muy variados; se destacan la alcancía del Banco Transatlántico, con forma de ónmibus, ya que ese banco poseía una agencia móvil.