En tiempos de los primeros asentamientos portugueses y españoles en nuestro territorio, la circulación monetaria era escasísima y el intercambio y comercio se realizaron mediante el trueque.
En marzo de 1831, ante la escasez de monedas, el gobierno autorizó la emisión, por la mitad de su valor escrito, de los cobres del Banco de Buenos Aires, que ya habían sido desmonetizados en su provincia de origen. Se trata entonces de nuestra primera moneda, emitida según una Ley nacional, aunque luzca el escudo argentino.
Se llama así a las monedas acuñadas dentro del territorio nacional. Este período comenzó en el año 1840. Se trató de las primeras monedas que contenían símbolos nacionales y nacieron en el taller del grabador francés Agustín Jouve, ubicado en la actual calle 25 de Mayo Nº 577, en plena Ciudad Vieja.
Nace en plena Guerra Grande, durante el sitio de Montevideo y se instaló a los fondos de la Cárcel Central de Policía, situada en el predio que delimitaban las actuales calles Bartolomé Mitre, Sarandí y Pasaje Policía Vieja. Tuvo dos períodos de funcionamiento que se extendieron desde diciembre de 1843 hasta enero de 1845, en que cerró definitivamente.
En el año 1854 una ley autorizó al Poder Ejecutivo a realizar varias acuñaciones en Montevideo. Para ello se resolvió reinstalar la Casa de Moneda Nacional y fue ubicada en el Fuerte de Gobierno, sobre la actual Plaza Zabala. Estas monedas fueron desmonetizadas en el año 1902.
Las necesidades de monedas seguían insatisfechas y se llamó a presentar propuestas para su acuñación. Al haber cesado la actividad de todas las casas acuñadoras o de cecas nacionales, estas se realizaron en el extranjero y aparecieron, por primera vez en nuestro monetario, las señas o marcas que identificaban a las distintas casas acuñadoras.
La Ley N° 714 de 20 de mayo de 1862 adoptó en la República el sistema métrico decimal de pesas y medidas la N°723 adecuó ese sistema para las monedas nacionales, a partir de 1863. El artículo 1 de esta ley declaró moneda nacional a dos unidades monetarias nuevas que conformaron un sistema bimetálico: el doblón de oro y el nuevo peso de plata uruguayo.
La Ley N° 14.316 de 16 de diciembre de 1974 reformó la unidad monetaria nacional e instituyó el “Nuevo Peso” equivalente a 1.000 de la anterior unidad, fraccionado en 100 partes que se denominaron “centésimos” equivalentes a 10 unidades anteriores.
La Ley N° 16226 de 24 de octubre de 1994 determinó un nuevo cambio en la unidad monetaria de la República. Esta nueva unidad es llamada “Peso uruguayo”, se representa con el símbolo $ y tiene un valor igual a la milésima parte del “Nuevo Peso”.
La moneda de papel surge por primera vez en la vida comercial de nuestros territorios a fines del año 1816 con la llegada de los invasores portugueses.
La Caja Subalterna del Banco Nacional de Buenos Aires se liquidó en abril de 1829 y se prohibió pagar con esos billetes los salarios de civiles y militares.
En 1896 se crea el Banco de la República Oriental del Uruguay con la facultad de emitir billetes de cualquier valor.
El artículo 196 de la Constitución de 1967 expresa “Habrá un Banco Central de la República, que estará organizado como ente autónomo y dotado de autonomía técnica, administrativa y financiera…”
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